Tarot
El tarot es una baraja de naipes a menudo utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños, percepciones y/o estados emocionales constituyendo, además, un tipo de cartomancia.
Sus orÃgenes datan al menos del siglo XIV. La técnica se basa en la selección de cartas de una baraja especial, que luego son interpretadas por un lector, de acuerdo al orden o disposición en que han sido seleccionadas y/o repartidas.
Parece que la pretensión más común es la de adivinar el futuro según las cartas que aparezcan en una determinada tirada asà como su posición. De acuerdo con esta versión, el mundo estarÃa totalmente predeterminado y nada podrÃa hacerse para modificarlo. Entonces, la pregunta inmediata que surge es la siguiente: ¿Para qué necesitamos el Tarot? ¿Para conocer por adelantado las fortunas o desgracias que nos tiene reservada la vida? ¿Para sufrir doblemente ante la adversidad anunciada? ¿Para aminorar el gozo de la dicha ya conocida? Esto tiene demasiado sentido; incluso uno de los motivos que hace a muchas personas inhibirse del acercamiento al Tarot es precisamente este mismo pensamiento. Entonces, ¿Para qué el Tarot? Yo lo contemplo como una ayuda de gran valor para quienes vivimos en un mundo libre (dentro de los lÃmites de nuestra propia naturaleza) en el que nuestro poder de elección puede ser decisivo para vivir una vida más plena. Las cartas son una ayuda, un método orientativo, pero no un sustituto para la vida y para la toma de decisiones.
Es verdad que existe mucho miedo en muchas personas ante esta técnica. El miedo obedece a varios factores.
Uno de los motivos de miedo es esa creencia en un destino prefijado del que uno no puede escapar, haga lo que haga. Asà es muy lógico que no se desee, en muchas ocasiones, conocer las respuestas ya que, según esta teorÃa, nada podrÃa hacerse para detener determinados procesos. Todos tenemos algun objetivos a conseguir, también tenemos la gracia de la creación, de la innovación, y de alcanzar las metas propuestas por múltiples vÃas. Asà el Tarot se vuelve una gran ayuda para reconocer los más sabios, los más éticos y mejores caminos de vida.
Otro miedo a las Cartas. Desgraciadamente, a lo largo de la historia cualquier medio que resulte de una visión libre (no sometida a rÃgidas estructuras de dominio o de poder) suele ser muy criticada, y el Tarot no podÃa serlo menos. Parece cierto que se han tenido que cometer muchos abusos por parte de quienes interpretan el significado de las Cartas; pero eso no deberÃa llevar a la conclusión de que las Cartas en sà mismas son maléficas, o que todos los tarotistas somos malévolos. Yo tengo muy claro a quién pido ayuda cuando las utilizo; pero, por mucho que duela, parece más fácil creer en el poder del mal que en el del bien, y por eso son muchos los que asocian estas prácticas con lo malévolo. Si creemos en un Dios Todopoderoso y Bueno, pensar que quien busca el bien va a encontrarse con el mal resulta bastante absurdo.
Con las Cartas no se pretende la infalibilidad, ni mucho menos, sino un consejo maduro para personas maduras que desean mejorar y que ven en este sistema una forma de lograrlo. Una óptica diferente, un camino a seguir que el tarot puede mostrar. No se trata ni del único sistema, ni del mejor, puesto que el mejor es el que responda con la verdad a cada uno.
Existe, por supuesto, un enorme riesgo y es: la manipulación, ya sea del tarotista como del consultante, pues muchas veces uno más que la verdad persigue engañarse; pero eso es un peligro en cualquier campo y no sólo en el Tarot.
Por otra parte, algunos (o muchos) identifican Tarot con BrujerÃa (que son dos cosas totalmente independientes una de la otra). Supongo que, como cualquier cosa en la vida, podrÃan estar asociadas, pero, como siempre, de lo que se trata es del uso que se dé al Tarot o a la BrujerÃa, más que de éstas en sà mismas.
Con la BrujerÃa lo que pretende es manipular elementos para que éstos obren de una manera acorde a nuestro sentir, logrando asà el objetivo anhelado. Y con este tipo de manipulación se puede obtener tanto beneficios nobles para la persona en cuestión como malévolos. Mientras que con el Tarot se pretende encontrar tanto naturalmente el camino mas sano y beneficioso para el consultante como también resulta ser una guÃa orientativa de los elementos a manipular mediante la BrujerÃa para beneficio de la persona.
Si bien yo estoy deacuerdo en la manipulación de elementos para lograr un objetivo beneficioso para el consultante y que el consultante logre su propio destino (ya que ese es el objetivo de de cada uno de nosotros), eso no significa que obligatoriamente el consultante deba recurrir a la (BrujerÃa) manipulación de elementos, ya que para lograr un mismo objetivo varios puedes ser los caminos indicados.
Otro punto que me gustarÃa destacar: personas de fe (entre los cuales me incluyo) deberÃan considerar el poder de Dios por encima de todo. Es decir, nadie puede estar por encima de Él (ni siquiera nosotros, los brujos, religiosos, esotéricos, espiritualistas, etc); por tanto, los elementos manipulados no pueden obrar de acuerdo con el deseo de alguien en particular si Él no lo permite. ¿Es esto tan difÃcil de entender? Pues para algunos he visto que sÃ. Yo hablo de ayuda, de entendimiento, de comprensión, y hablo, por supuesto, de búsqueda de buenas soluciones para cada quien. Habrá quienes estén deacuerdo y quienes no.
Puesto que soy creyente, creo (o contemplo como una realidad más que plausible) que Dios y los Orixas existen y que tenemos múltiples maneras de comunicarnos con ellos (la existencia en sÃ, ya es una de esas maneras) y por tanto, el Tarot no es algo que se aparte de esta idea.
Para que el tarot?
En esta sección Aprende los significados básicos del tarot